29 junio 2011

DEL ANTAGONISMO ENTRE RAZÓN Y DESEO.


Dentro de nosotros tenemos dos mitades hermanas y antagónicas a la vez: la razón y el deseo. Cada una de ellas ofrece su manera de ver las cosas a nuestra mente y desde nuestra supuesta libertad tendremos que escoger entre una u otra opción.
La mayoría de las veces nos inclinamos hacia el lado del deseo debido a nuestra vocación de unicidad; es decir, nuestro deseo de ser únicos y genuinos. Eso nos lleva a desear aquello que no poseemos, lo que no podemos, deseamos, deseamos, deseamos... etc. ¿Puede entonces haber racionalidad en los deseos? Buena pregunta ¿verdad?, los escolásticos con Hume a la cabeza nos dirían que la razón sólo puede ser esclava de las pasiones; Dostoievski pensaría otra cosa diferente y nos diría que no hay razón que se postre ante el deseo ni deseo que pueda ser racional; pero es que Kierkegaard, piensa en los opuestos y afirma que o bien es lo uno o lo otro, blanco o negro pero no tonos de gris de por medio y que tienen que ser vividos sin ningún tipo de exclusión (como véis, nada más lejos de complementarse).
Dostoievski afirma que el fruto del deseo es el sufrimiento y se pregunta cúal es la causa por la que estamos tan convencidos de que lo normal, ventajoso, positivo y el bienestar son buenos para el hombre, ¿no podría estar la razón equivocada? Como vemos, es curioso cuanto menos este planteamiento ya que rompe esquemas preestablecidos. Argumenta que por que al hombre sólo le puede gustar el bienestar y no el sufrimiento si le puede aportar tanto como el estar bien. Curioso planteamiento ¿verdad?
Por lo tanto dice que el hombre tiene que amar el sufrimiento ya que todos sufrimos en mayor o menor medida. Pero es que va más allá y afirma que el sufrimiento es el único motivo de la conciencia. Esto significaría que la conciencia (de la que depende la razón), sólo puede ser fruto de lo que el deseo entrega pero es que según hemos visto más arriba el deseo entrega el sufrimiento.
Según lo visto más arriba la razón dirigiría las pautas del bien a través de una homogeneidad (todos iguales), predecibles, monótonos; vamos lo que hoy llamaríamos unos clones.
Entonces, ahora viene la madre de todas las preguntas: Sí el deseo nos conduce al sufrimiento, como hemos visto, entonces ¿por qué elegimos el deseo? Pues bien, este señor Dostoievski, dice que cuando sufrimos la vida se intensifica a través del sufrimiento, se ralentiza y pasa más lenta y lo real crece. ¿Qué os parece lo que nos cuenta? La verdad es que algo o toda la razón si la tiene según se mire.
Según lo que hemos visto hasta ahora, podemos decir que la conciencia que es la luz que trata de equilibrar, emerge del sufrimiento y hace buscar al hombre su esencia o lo que realmente es.
Esto tiene mucha tela que cortar y mucho que pensar.
Un saludo para todos.

19 junio 2011

DE LO QUE DICE LA FILOSOFÍA DE ESTA PALABRA TAN DE MODA LLAMADA CRISIS.

En un principio, la palabra crisis significaba juicio o elección de un acontecer que terminaba en un sentido o en otro.
La crisis resuelve una situación pero designa el ingreso en otra situación nueva que trae sus propios problemas aparejados. Es una fase social que puede resultar peligrosa o beneficiosa para la entidad o sistema que la experimenta.
En el origen, las crisis no son positivas ni negativas ya que ofrecen posibilidades buenas y malas a la par. Conforme se vá desarrollando las misma crisis, vamos viendo una serie de cosas o acontecimientos que nos hacen predecir si dicha crisis es buena o mala. Por ejemplo, no es lo mismo una crisis debido al crecimiento galopante de la economía que una crisis de la población provocada por la vejez de la misma.
La crisis suele inciarse de una manera súbita y acelerada y no ofrecen un aspecto gradual ni una evolución predecible y estudiada ya que cada una es diferente y es por eso por lo que no se puede predecir el camino de la misma. Es antagónica a toda permanencia y estabilidad.
Las crisis son individuales y colectivas; en ambas, se emerge hacia una situación distinta de la anterior que no está exenta de peligros pero también de oportunidades de renovación.
Es en las crisis en donde se abre una especie de abismo entre el pasado y el futuro. Un pasado que ya no se considera válido ni influyente y un futuro que esta por construir.
 El origen de todas las crisis esta en las creencias y en los valores. Estos ya trasnochados o caducos dan paso a otros que, al principio, son bastante erráticos para posteriormente acomodarse a una manera orientada y confiada.
Las crisis llevan de manera connatural el intento por resolverse aportando ideas genuinas, prefabricadas, únicas, parciales, efímeras, etc.
Las crisis son inherentes al ser humano debido a su estado de inseguridad permanente ya que el hombre siempre es un problema para el hombre.
Nuestro querido Ortega y Gasset  nos decía que las crisis se producen por una intervención cada vez mayor de los seres humanos en la vida pública. Decía que habla "crisis de unos pocos", "crisis de los muchos", y por último, "crisis de los todos" que es la que parece que nos ha tocado vivir ahora.
Un saludo para todos y os dejo un vídeo sobre la crisis entre Punset y Abadía.