21 marzo 2015

DE CÓMO EL EXCESO DE MODERNISMO HA DADO PASO AL INTEGRISMO.


Podemos entender el modernismo de dos maneras. Una que es la que abarca un sentido amplio del concepto y otra que tiene un sentido más estricto. La primera es la que designa toda tendencia a acoger y exaltar todo lo moderno ya sea lo más reciente o el término intrínsecamente hablando. Tiene como denominador común transformar todas aquellas estructuras tradicionales para avanzar según las demandas de los tiempos. La oposición a dicho movimiento se llama integrismo y, tiende más bien a todo lo contrario, es decir, la defensa de todo aquello que es tradicional frente a las corrientes nuevas que tratan de eliminarlo o de transformarlo.
Pues bien, los modernistas defienden el simbolismo y atacan a todos los dogmas, sean del tipo que sean bajo el pretexto de que son meros símbolos que poco ayudan al progreso y al avance de los pueblos y por lo tanto se oponen al pensamiento tradicional porque lo consideran un rémora para el progreso y la libertad de los pueblos.  En todos los campos se ha combatido con la doctrina modernista pero si hay uno en el que se ha hecho de una manera más especial este ha sido en el religioso. Dicho combate ha producido, según los integristas, una relajación de la doctrina moral hasta unos extremos no visto en épocas recientes.
La consecuencia de todo esto ha sido el renacer del integrismo no solo en los países árabes sino también en el mismo corazón de nuestra civilización occidental. Han contribuido a ello las desigualdades sociales, el paro, la pobreza y todo aquello que ha traído el anarcocapitalismo que se ha impuesto en el mundo occidental, que no atiende las demandas de su población y que, en su afan por salir de todo ello, busca redefinirse en nuevas formas de sociedad. El integrismo es una de las nuevas formas de redefinirse y está haciendo mella en muchas personas independientemente de su nivel socio-cultural.
El integrismo si algo tiene fuerte es la radicalización de sus postulados que estan sustentados generalmente en la teocracia, y que desprecian y  combaten todo aquello que atenta contra los mismos ya los tienen como valor supremo y norma de vida. Es por eso, por lo que no dudan en extinguir todo aquello que es un peligro para ellos o para sus principios, haciendo de cada ejecución o acto una apología total y absoluta del terror en sus máximas proporciones, buscando amedrentar a todos aquellos que cuestionen sus dogmas bajo la doctrina del terror y el miedo.
Ante este panorama, es necesario dotar a nuestra civilización occidental de las herramientas adecuadas para atender las demandas que su población necesita y crear un clima de confianza en sus valores de tal manera que la angustia que algunos padecen, no busquen calmarla en otros lugares y en otras doctrinas que, a fin de cuentas, no hacen sino exclavizarles y cercenarles su libertad de pensamiento y de acción.
Si no se hace algo pronto, el coste a pagar a medio plazo será muy grande; tan grande que no nos lo vamos a poder permitir de ninguna manera y el riesgo de involución de las libertades va a ser realmente serio. Solo debemos de mirar atrás para aprender de los errores comentidos pero nunca volver a ellos, y parece ser que algunos vuelven atrás puesto que lo que hay delante no tiene nada que ofrecerles ni motivarles. De nosotros depende que eso no pase. Buenas tardes a todos y feliz fin de semana.