Hoy hace un día gris, veo caer los copos de nieve desde mi ventana, hace frio, mucho frio, los cristales de la habitación se encuentran empañados por el baho de la calefacción.
En fin, voy a mirar la plantilla del exámen. La repaso y veo que no he acertado nada más que treinta y siete preguntas de las cien propuestas, no hace falta que me ponga a calcular se que estoy suspendido. De todas maneras, no sé de que me sorprendo; ayer, en el viaje de vuelta, en el coche, ya venía barruntando que tendría que ser así, que no tenía los temarios actualizados a 2.008 y que solamente sabía legislación hasta el 2.003. Cuando te "caen" varias preguntas sobre la ley de igualdad y otras que empiezan así: "Según el RD de 20/2.008", ya sabes que te la tienes que jugar a los chinos y claro, como es natural, es muy difícil que aciertes, tienes un 25% de que si, frente a un 75% de que no. De todas maneras, en lineas generales estoy contento a pesar del suspenso ya que las preguntas que tengo acertadas son las que siempre tenía preparadas y que no cambian: "Constitución, Informática, Estatuto de Autonomía, etc."... Todas ellas, 100x100 pleno acierto.
Conclusiones: Tengo que comprarme los temarios actualizados a 2.008 para saber en la próxima un poco de lo que va a ir el tema (nunca mejor dicho), ya que es clamorosa la cantidad de preguntas que han puesto de los temarios actualizados.
Comentar que la oposición, en lineas generales, ha sido bastante difícil según comentamos a la salida del exámen algunos conocidos y otros grupos de personas allegadas. Para terminar, decir que el año que viene se volverá a intentar. Éste es el primer año que suspendo y creo que ha sido normal que pase.
En otro orden de cosas, comentaros que se acerca la Navidad (por si no os habíais enterado), y es una lata: salir, comprar, discutir, etc. ¡Todos los años la misma historia!¡Qué lejos quedan aquellas Navidades en las que no eramos nosotros los que discutíamos sino nuestros padres!
Deberíamos pararnos a pensar un poco si las Navidades que tenemos son las que más nos gustan o por el contrario, si no es así, que esta en nuestra mano para que las mismas mejoren un poquito con respecto a las de años anteriores.
La mayoría de la gente con la que hablo piensa que la Navidad es una fiesta triste; cuando le preguntas el porqué es así te responden de una manera un poco imprecisa y terminan por decirte que faltan personas muy importantes para ellos. Eso es cierto, pero siempre ha sido así y también hemos comentado que las Navidades pasadas eran muy buenas y que nos divertíamos mucho. A nuestros antecesores también le faltaban personas importantes para celebrar esta fiesta y sin embargo, procuraban divertirse y divertirnos a nosotros que éramos unos niños. ¿No será que en el fondo hace falta ser un poco niño para ser felices en las Navidades?
Pienso que cada momento en el que nos lamentamos por lo que ya no tiene remedio es un tiempo precioso que quitamos a las personas que todavía estan con nosotros o entre nosotros y que son por lo menos tan importantes como los que ya no estan.
El secreto para poder sobrevivir a la Navidad es valorar todo lo que todavía tenemos y no lamentarnos en lo que ya no tiene remedio. Los que tenemos estan ahí y de nosotros dependerá que se lleven un mejor o peor recuerdo de las Fiestas mientras nos acompañen. Los otros, desde donde estén, no quieren ver a las personas importantes para ellos tristes y decaidas sino todo lo contrario, alegres y sonrientes cuando su recuerdo se pose sobre nuestro corazón.
Tenemos que saber disfrutar desde la alegría de todo el legado que nos transitieron y demostrar que todo lo bueno que aprendimos de ellos no cayó en tierra esteril sino que dio un fruto generoso y abundante para todos los que aún estan cerca de nosotros.
Un cordial saludo para todos.
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