09 marzo 2010
ROUSSEAU
Hace algún tiempo, vagándo por los libros de filosofía que tengo, encontré un texto de Rousseau que siempre me ha llamado mucho la atención por la profundidad que puede encerrar en el conocimiento del hombre como ser capaz de eludir el "programa informático" que la naturaleza le tiene preparado para su desarrollo. En estos días, ha caído en mis manos un libro de Luc Ferry titulado "Aprende a Vivir". Este señor probablemente no os suene de nada pero he de indicaros que fué ministro de educación del gobierno francés y su popularidad se extendió cuando prohibió el velo islámico en los colegios de Francia. Pues bien, ojeándo su libro descubro por sorpresa que tiene en uno de sus capítulos el mismo texto que a mi me llama la atención y que comenta que tiene una profundidad importante. Os paso a transcribir el texto para ver que pensáis vosotros:
-No veo en cualquier animal más que una máquina ingeniosa, a la que la naturaleza ha dado sentidos para estimularse a sí misma y para protegerse, hasta cierto punto de cuanto tiende a destruirla o a perturbarla. Percibo precisamente las mismas cosas con la máquina humana, con la diferencia de que la naturaleza hace todo por sí sola en las operaciones de la bestia, mientras que el hombre concurre a las suyas en calidad de agente libre. La una escoge o rechaza por instinto, el otro por un acto de libertad; lo cual hace que la bestia no pueda apartarse de la regla que le está prescrita, ni siquiera cuando le sería ventajoso hacerlo, y que el hombre se aparte de ella con frecuencia para perjuicio suyo. Así es como una paloma morirá de hambre junto a una fuente llena de las mejores carnes, y un gato sobre un montón de frutos o de grano, aunque ambos bien podrían nutrirse del alimento que desdeñan si se les hubiera ocurrido intentarlo. Así es como los hombres disolutos se entregan a excesos que le causan la fiebre y la muerte, porque el espíritu deprava los sentidos y la voluntad sigue hablándo cuando la naturaleza calla [...] Pero aun cuando las dificultades que rodean todas estas cuestiones dejaran pie para disputar sobre esta diferencia del hombre con respecto del animal, hay otra cualidad muy específica que los distingue sobre la que no puede haber réplica: es la facultad de perfeccionarse; facultad que con la ayuda de las circunstancias, desarrolla sucesivamente todas las demás y reside entre nosotros, tanto en la especie como en el individuo, mientras que un animal al cabo de algunos meses es lo que será toda su vida, y lo mismo su especie, al cabo de mil años. ¿Por qué el hombre está expuesto a volverse imbécil?¿No es así como retorna a su estado primitivo y como, mientras la bestia, que nada ha adquirido y tampoco tiene nada que perder, permanece siempre con su instito, el hombre, volviendo a perder por la vejez u otros accidentes todo cuanto su perfectibilidad le había hecho adquirir, vuelve a caer más bajo que a bestia misma-.
Interesante texto que nos puede hacer profundizar mucho sobre la naturaleza de los seres humanos y sus comportamientos. Un saludo para todos.
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