12 octubre 2010
Y TU, ¿CÓMO TE ENFOCAS?
En la vida hay personas que siempre nos van a maltratar, bien de palabra, de obra, con gestos, con emails un poco subidos de tono y, no sé... de cualquier forma que menos nos podamos imaginar. Cuando nos pasa alguna de estas cosas que nos hace perder la paz podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿En qué me estoy enfocando en este momento? Puedo enfocarme en las barbaridades que estas personas me dicen o me hacen llegar o puedo enfocarme en la cantidad de cosas buenas que estoy haciendo o que hago a lo largo de mi vida. Puedo enfocarme en la negatividad que estas personas me transmiten o puedo enfocarme en el trabajo arduo que he realizado para que muchos de ellos (de los que ahora me insultan), vivan mejor. Y, finalmente puedo enfocarme en todas las palabras negativas y malsonantes que me dicen en esos comentarios y olvidarme de todo lo positivo que he realizado a lo largo de mi vida para estas y para otras personas.
Lo importante de todo esto es que las personas podemos elegir en qué o en quién nos queremos enfocar y, por tanto, nos podemos quedar con lo positivo o con lo negativo de lo que hemos hablado anteriormente. Entonces debemos de elegir enfocarnos en todo lo bueno y lo positivo que somos capaces de hacer en la vida cuando hacemos de la bondad nuestra bandera, debemos enfocarnos en que todo no es malo por principio, que muchas veces se llega a esa conclusión porque llevamos una predisposición interna que nos hace pensar de esa manera y, que como predisposición que es, la podemos cambiar por la opuesta y nos irá mucho mejor. Que podemos enfoncarnos en todo el trabajo bueno que hacemos cada día y en la evolución positiva que hacemos como seres humanos cuando hacemos ese trabajo. Por consiguiente, debemos de cambiar nuestra mirada y nuestra interpretación si queremos que los enfoques negativos no terminen por secuestrarnos emocionalmente de una manera negativa.
Podríamos hacernos una serie de preguntas que nos darían respuesta a muchas de las cuestiones que en la actualidad no dejan de preocuparnos. Esas preguntas podrían ser las siguientes: ¿En qué me estoy enfocando?, ¿En qué me tendría que enfocar a partir de ahora?, ¿qué cosas tengo que aceptar que no van a cambiar? (para dejar de luchar y dejarlas ir), ¿cómo puedo reinterpretar esta situación para que ella sea una oportunidad?, ¿qué cosas si valen la pena?, ¿qué cosas si puedo hacer?.
Todas estas preguntas nos las podemos hacer cuando nos dá el "bajón" y, si escuchamos dentro de nosotros, hayaremos un montón de respuestas que el ruido de la monotonía del día a día no nos deja escuchar.
Pues esto es todo en el post de hoy que dedico a mi amiga Ana que quiere que escriba sobre "Desarrollo Personal". Pues bien querida compañera y amiga, aquí tienes algo en lo que entretenerte es solamente un poquito de Programación Neurolingüistica. Un saludo para todos y espero vuestros comentarios y aportaciones en el blog o en el correo.
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