12 noviembre 2010
CRÓNICAS DE LA ULTRAMODERNIDAD.
Se ha lanzado hace poco tiempo al mercado el libro José Antonio Marina titulado "Crónicas de la ultramodernidad". En realidad no es un libro al uso sino que se trata de una recopilación de algunos artículos de prensa de este filósofo y escritor.
No deja de ser curioso que siendo José Antonio muy poco dado a la antología articulista haya aparecido un libro así; pero pienso que aquí estamos en una especie de libro de ensayo unificado ya que durante el libro se dan pistas para que no parezcan artículos de prensa sino todo lo contrario, para que parezca un libro de ensayo y no una mera colección de artículos de prensa. El autor comenta lo siguiente: "Quería comprobar si era posible hacer filosofía sistemática en un periódico, a trozos, en contacto con los problemas diarios, en comunicación con los lectores, interactuando con la realidad.".
El libro tiene una lectura amena y agradable, lleno de curiosidades y anécdotas que tratan de reflexionar sobre el mundo y la sociedad en la que nos ha tocado vivir. En algunos aspectos, para mi gusto, peca un poco de superficial y no termina de rematar algunas cuestiones que plantéa, dando lugar a que puedas pensar de que en algunas cuestiones, es más la pompa que el boato; dicho en roman paladino que es más la apariencia que la cuestión que lo que expone en ella.
En otro apartado el autor manifiesta: "El balance sentimental cambia constantemente. En cinco minutos de conversación puedo sentirme colérico, avergonzado, tranquilo, alegre, arrepentido. El cardiograma afectivo es intermitente y lábil. Una misma situación puede provocarnos sentimientos distintos en distintos momentos. Lo que ahora hace reír a un niño puede hacerle llorar al minuto siguiente y a los adultos les pasa algo parecido. Hablar, pues, de sentimientos duraderos es contradictorio."
Estoy pensando que algunos de los llamados tradicionalistas le crucificarían por semejantes palabras ya que no se puede aplicar esa afirmación como norma general. Un ejemplo de esto que acabo de decir es un matrimonio que lleva casado cincuenta años y que se quieren más que el día que se conocieron. Háblale a estas personas de que su sentimiento no dura. Por eso esta afirmación solamente es válida para algunas cuestiones pero no para todas.
A fin de cuentas el autor se considera un buscador, como nosotros, que se haya perdido en el océano de la ignorancia en el que naufragamos todos los mortales.
Como dirían los de "Tonterías las justas": ¡Oye un abrazo! Sí, pero para todos. O, ¿no sé?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Excelente articulo lo pondre en twitter
Publicar un comentario