30 septiembre 2009

JULIA.


Hoy es uno de esos días que uno desea que no lleguen. Hoy es uno de esos días en los que uno se queda un poquito más huérfano. Hoy es uno de esos días que aúnque luzca un sol radiante, el día es gris tirando a negro. Hoy es día de despedida; aunque mejor decir que es un día en el se pasa de compañeros a buenos amigos. Pues bien, hoy ha llegado ése día.

Estoy hecho unos zorros pero no me importa que lo leas. Siento un nudo en la garganta que casi no me deja respirar y el alma se me encoge. Pero bueno, Julia, eres mí amiga. Habrá mucha gente que no me entienda pero me da igual, no me importan ellos. Nuestro camino juntos ha sido torpedeado, calumniado, difamado y un montón de cosas más que no quiero poner, créeme no merece la pena dedicarle una línea más. Según el karma todo lo que hacemos nos vuelve y algunos de ellos ya estan pagando. ¡Qué Dios sea misericordioso con ellos! Nosotros a lo nuestro.

¿Cómo agradecerte todo lo bueno que has aportado a mi vida?, ¿Cómo pagarte cuando me encontraba bajo de moral y tu me la subías?, ¿Con quien voy a compartir la mitad de la mitad del bocadillo de jamón ibérico en Orellana?. ¡Maldita sea! Ya me tendré que comer el medio bocadillo de jamón yo solo ¡Con lo que engorda! ¿No te da "ná"?. Te llevas una parte de mi ladronzuela. Me has quitado un trozo muy grande pero no me importa ya que sé que lo tienes tu.

Has dejado una impronta en mí vida que ha quedado marcada a fuego en mi corazón. Perdona las veces que te haya tenido que regañar o enfadarme contigo; siempre ha sido desde la bondad y la honestidad. Siempre has sido leal y no te has dejado dominar por los cantos de sirena. Tu siempre al pan pan y al vino vino; como tiene que ser. Como dicen los capataces a sus costaleros: "Tu siempre de frente".

No puedo decir de ti lo mismo que dije de Cati ya que tu viniste haciéndo ruido y haciéndo ruido te vas (es broma). Pero sabes que, me acostumbré a tus ruidos y ahora veras cuando no los sienta. Se va ha hacer duro, pero lo mismo que Dios nos manda la prueba también nos manda la fuerza para soportarla.

¡Quisiera decirte tantas cosas!. Desearía que todo esto fuese un mal sueño del cual se despierta pero no, la vida sigue; pero, hoy, un poquito más solos que ayer. ¿Sabes?, no importa, somos amigos y eso es o debería de ser suficiente. Para mi lo es. Todo lo demás me importa un pimiento.

Julia, desde hoy pido a Dios serenidad para soportar tu ausencia, firmeza para combatir mi tristeza y le agradezco el enorme regalo que me ha dado por compartir todos estos años tan maravillosos contigo. Al final, después de recorrer nuestro camino de espinas hemos encontrado el premio de la rosa.

Perdona si hoy la letra no cuadra, perdona si la ortografía se revela pero es que hoy habla el corazón y ése, amiga mia, no entiende de reglas ni de renglones.

Julia para mi ha sido un inmenso honor el haber gozado de tu presencia. ¡Gracias Dios mio por tan buen regalo! Siempre, amiga mía, a tu disposición, en lo bueno y en lo malo.

Con todo mi cariño más sincero.

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