04 octubre 2009

¿Es lo que percibimos real?


Nuestro querido poeta universal y místico San Juan de la Cruz tiene unos versos que marcan la introducción a todo proceso de meditación del que estamos tan necesitados en nuestro mundo de hoy. Dichos versos dicen así:
Para venir a saberlo todo,
no quieras saber algo en nada.
Para venir a gustarlo todo
no quieras gustar algo en nada.
Para venir a poseerlo todo
no quieras poseer algo en nada.
Para venir a serlo todo,
no quieras ser algo en nada.
Y quédeme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.
Algunos han visto la semejanza de dichos versos con las enseñanzas del Tahoismo, ya Schuon en su libro De la unidad trascendente de las religiones nos habla de ello.
Podríamos meditar sobre la existencia de los opuestos y nos daríamos cuenta de que los opuestos no existen, al menos de la manera que nos los han explicado. Por ejemplo lo opuesto al Infinito no es lo Finito ya que pertenece a otros órdenes distintos, la Mentira tampoco tiene opuesto ya que la Verdad tampoco es su opuesto. Nagarjuna (maestro budista) dice: "lo absoluto es tan vacio como lo relativo, dado que si se opusiera a lo relativo dejaría de ser absoluto" y él mismo continúa diciendo:"esto escapa tanto a cualquier comnotación verbal como a toda aprehensión racional".
Sé que lo expuesto anteriormente es motivo de reflexión profunda y como no podría ser de otra manera de discusión por parte de algunos que no estarán muy de acuerdo con el planteamiento.
El absoluto tiene su tiempo verbal por excelencia que es el gerundio ya que no existe el instante, no lo podemos aislar ya que cuando procediéramos a ello, ya se habría ido; es cómo cuando comienzas a trazar un circulo que en el desarrollo del trazo algo se mueve de tal manera que cuando llegas al punto de partida ya no está donde estaba. ¡Uff! da para pensar mucho, ¿verdad?.
Un niño soñó una vez que era una mariposa, lo soñó con total y absoluta nitidez. Luego desperto y se encontró con que era el niño y para ilustrar acerca de la irrealidad de la existencia dijo: " ¿Soy un niño que ha soñado ser una mariposa, o soy una mariposa que esta soñando ser un niño en éste momento?. ¿No podríamos ser las dos cosas en el mismo espacio y al mismo tiempo? Pensaríamos que esto no tiene lógica pero ya Nietzsche no dice:"la lógica se apoya en presupuestos a los que nada en el mundo actual corresponde". Esto es "jodio" (perdonad la expresión), ya que nos hace volver a replantearnos los principios en los que nos han enseñado.
Evelyn Underhill era un místico católico que ya a finales del XIX y principios del XX decía: "Uno ha limpiado el espejo de la percepción en su primer purga; a partir de ahí ha visto la realidad en su vida de iluminación. Ahora tiene que ser la realidad: algo muy diferente. Para ello, se necesita una purga nueva y más potente. No de los órganos de la percepción sino del mismo templo del uno mismo:ese corazón que es el trono de la personalidad, la fuente de su amor y su querer".
En definitiva, como diría otro de nuestros grandes santos, Tomas de Aquino, cuando le preguntaron que qué había que hacer para ser santo y sin detener la marcha dijo: "querer" pues eso, solamente hay que atreverse. Y tu, ¿te atreves?

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