14 octubre 2009

LA BUENA VIDA SIEMPRE EN PRESENTE.


La película de nuestra vida se despliega ante nosotros como una sucesión de instantes. Aquellos que tenemos almacenados en el disco duro de nuestra memoria y que pertenecen a nuestro pasado, aquellos que estan por llegar y que podemos imaginar que serán nuestro futuro; y, los que realmente sabemos que estan ahí y que no son otros más que los presentes. Estos últimos sabemos que son reales y breves pues nada más que pensar en ellos, y ya se han desvanecido.
Es con nuestro aquí y ahora con lo que tomamos consciencia de nuestro ser y es cuando nos damos cuenta de que somos Consciencia es decir tenemos constancia de la vida que se despliega desde nuestro centro en cada instante. No somos nuestro nombre ya que nuestro nombre solamente es una etiqueta, ni tampoco somo nuestro cuerpo que está sometido a un proceso de cambio constante y por supuesto, tampoco somos nuestras emociones o nuestros estados de ánimo que va mutando en función de nuestras situaciones externas e internas y como no decirlo, ni siquiera las ideas que nuestro pensamiento crea sobre nosotros ni sobre los demás. Tampoco somos nuestra ocupación o nuestra labor profesional; somos Presencia, Consciencia y Ser. Con la primera nos damos cuenta de que pensamos, sentimos, vivimos, etc. Es tan pura que siempre terminamos por obviarla, pero tiene un valor infinito ya que es la Vida misma. Sin Presencia no habría Consciencia y entonces, no habría Vida.
Alex Rovira en su libro "La Buena Vida" (Ed. Aguilar), nos dice: "¿ Por qué, simplemente no nos dejamos ser? ¿Por qué no conectamos con el fluir de la vida aquí y ahora y nos olvidamos de preocupaciones futuras y recuerdos del pasado que tantas veces nos castigan, para centrarnos en un universo que se despliega desde nuestro centro esencial?. Porqué el pasado y el futuro son las sedes de nuestras enfermedades: frente al dolor del recuerdo por lo vivido, y desde la angustia de aquello que se encuentra por venir, tenemos el presente, el instante presente como lugar efímero y a la vez eterno para recuperar nuestra salud, nuestra consciencia, nuestra vida. Incluso desde él podemos dar un sentido distinto al pasado y crear un futuro sin angustias y llenos de esperanzas. Porque la vida y todas sus posibilidades se encuentran concentradas con toda su potencia en el presente, en el aquí y ahora, y se crea desde ese centro, desde ese Yo Soy?".
Luego entonces, tenemos que ser valientes para vivir el presente. El aquí y ahora desde nuestro centro esencial ya que el punto de partida esta constantemente renovado, momento a momento, y que de esta manera podremos conectar con nosotros mismos, con la vida y seguir el viaje que se nos propone a cada instante. Entonces, ¿cómo podemos vencer en la vida?
El éxito en la vida depende de una serie de pautas que vamos a ver de una manera tranquila y sosegada (Paky más Tao pero del fácil):
  • Tenemos que saber escuchar; ser capaces de brindar a alguien nuestra atención silenciosa y luchando por acallar nuestra imperiosa necesidad de hablar, tenemos que hacer que el otro se sienta atendido, acompañado y respetado.
  • Tener gestos amables como puede ser una simple sonrisa sincera y el buen humor e intentar cambiar una conversación adusta por otra más relajada mediante cualquier nota simpática.
  • Saber callar, intentar no molestar ni estorbar son humildes regalos y dejar en soledad al otro si eso es lo que desea ya que no nos damos cuenta pero muchas veces las personas necesitan el silencio y la tranquilidad para poder pensar y actuar. Eso es un regalo valioso que hacemos a ellos. ¡Qué punto más difícil! ¿verdad?.
  • Quedarse "pillao" ante una flor, un pájaro, una montaña, oler la hierba y la tierra en definitiva tratar de estar en simbiosis con la naturaleza. No olvidemos que somos naturaleza. Y por tanto, todo lo que nos despega de ella nos hace daño.
  • Decir gracias por todo y a todos ya que es un regalo que nace de la humildad y del reconocimiento al otro. ¡Qué poco cuesta agradecer y que agradecida es la gratitud!
  • Y por último, los gestos, las miradas, la ternura que las palabras no alcanzan a expresar. Todos ellos, son regalos humildes que dan una calidad superior a nuestras relaciones con los demás y que nos harán triunfar en la vida. ¿Te atreves a practicar a ver que pasa? ¡Créeme! te vas a sorprender de la respuesta.
Termino con esta bella poesía de Hamlet Lima Quitana:


Hay gente que con solo decir una palabra
Enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca,
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.


¡Ójala puedan decir eso algún día de cada uno de nosotros!
Un saludo para todos.

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