La manifestación que tuvo lugar ayer en Madrid sobe el aborto debería de llevar al gobierno a replantearse nuevamene la futura ley que trata de aprobar en el parlamento. Los dirigentes políticos no pueden mirar hacia otro lado y no escuchar el clamor de la gente que en todas las encuentas de opinión dan un voto negativo a la reforma de la ley. El gobierno da la sensación de haberse empecinado en sacarla adelante y no escuchar a todos esos colectivos que se han manifestado por activa y por pasiva y que son una parte bastante importante de nuestra sociedad, dando la sensación de que no necesitan a nadie para sacar sus proyectos adelante.
Si a eso unimos la sensación que esta produciendo en la sociedad la actual crisis económica junto con los casos de corrupción a los que asistimos en los partidos de la mayoría, tenemos como consecuencia que los ciudadanos de este país estan colmando su paciencia y el coste político en forma de pasotismo va a ser brutal en las próximas elecciones. Se da el caso curioso de que la gente ya etiqueta que la política es igual a la corrupción y de lo que se trata es de intentar buscar al menos corrupto para votarle y para que trinque menos.
Con este tipo de conductas tanto de los políticos como de los ciudadanos pierden la democracia y el estado de derecho que ve cómo sus garantías son pisoteadas sin el menor pudor por parte de los políticos de turno; osea, aquellos que tienen la misión de gobernarnos durante los periodos democráticamente establecidos.
Asistimos también a la incapacidad de llegar a acuerdos concretos y puntuales entre los diferentes partidos para adoptar medidas que nos hagan despegar en el plano económico y poder crear los tan ansiados puestos de trabajo que son tan necesarios en los tiempos en los que vivimos. Vemos que constantemente se enzarzan en el insulto y en la provocación sin importarle lo más mínimo los problemas que tengan sus gobernados.
Mientras tanto, los bancos y las cajas, una vez que hemos pagado sus pérdidas entre todos siguen sin aportar el dinero a las empresas que son las que tienen que tirar del carro para salir de la situación en la que nos encontramos. Las empresas siguen cerrando o regulando a sus trabajadores para poder sobrevivir a la situación creada. Y, sin embargo, el dinero aportado a la banca no ha servido nada más que para sanear sus cuentas de resultados.
Mientras tanto, en mi pueblo hemos cambiado de signo el consistorio, tengo la sensación de que será cuatro años perdidos ya que los que acaban de entrar apenas si van a tener tiempo para poner en marcha algún tipo de política que cree puestos de trabajo y los salientes se escudarán en decir que no han tenido tiempo. En fin, siempre lo mismo y con los mismos. Otro día y a otra cosa.
Un saludo para todos.
Mientras tanto, los bancos y las cajas, una vez que hemos pagado sus pérdidas entre todos siguen sin aportar el dinero a las empresas que son las que tienen que tirar del carro para salir de la situación en la que nos encontramos. Las empresas siguen cerrando o regulando a sus trabajadores para poder sobrevivir a la situación creada. Y, sin embargo, el dinero aportado a la banca no ha servido nada más que para sanear sus cuentas de resultados.
Mientras tanto, en mi pueblo hemos cambiado de signo el consistorio, tengo la sensación de que será cuatro años perdidos ya que los que acaban de entrar apenas si van a tener tiempo para poner en marcha algún tipo de política que cree puestos de trabajo y los salientes se escudarán en decir que no han tenido tiempo. En fin, siempre lo mismo y con los mismos. Otro día y a otra cosa.
Un saludo para todos.
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