16 abril 2010
DE CÓMO LO ABSTRACTO PUEDE TERMINAR SIENDO CONCRETO.
Hace ya algún tiempo que el campo esta verde; la primavera ha terminado por aposentarse en todos nuestros días. La vida continúa en la rutina de todo aquello que nos quita la serenidad, los anhelos y los deseos siguen siendo los mismos, no han cambiado en nada pero quizás nosotros si hayamos cambiado en algo.
El despertar de las flores en el campo hace que todo se inunde de una belleza sin igual. La fresca sonrisa de todos aquellos que son tus amigos es el agua que termina por regar tu alma, la frescura del tallo agostado de la amistad que va perdurando con el paso del tiempo.
Hoy es otro de esos días que pasan sin pena ni gloria, los problemas son los mismos que los de ayer y probablemente también que los de mañana. La rutina muchas veces inunda el alma y hace que lleguemos a la desesperación de todos aquellos momentos que un día fueron pero que ya no son.
La tarde llega a su fin, los tonos dorados y mortecinos del Sol nos indican que la noche esta llamando a la puerta de nuestra soledad; soledad que todo lo vuelve de color negro, en definitiva, ausencia de luz que no nos permite percibir los detalles de todo aquello que nos rodea. Es aquella hora en la cual nos enfretamos a todos nuestros temores; aquellos que no tienen fondo ni forma y por tanto son oscuros como la noche.
Mañana llegará un nuevo día y con él, nuestros penamientos volveran a tomar la forma que les dá la luz. Entonces nos econtraremos mejor ya que la ausencia de luz no será obstáculo para que podamos sentir y percibir las formas y las cosas con las que terminamos por sentirnos identificados.
Bueno, hoy se ha soltado el pensamiento de la cadena. Espero que se me entida o que no se me entienda; total habrá de todo. Un saludo para todos.
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