04 enero 2011
UN POCO DE DESARROLLO PERSONAL.
Se dice que todo aquello que anhelamos en nuestro ser más profundo es lo que realmente somos, que vivimos interpretando un personaje de cara a la sociedad y que hemos perdido todo contacto con nuestra dimensión interior.
Una forma de poder identificar al personaje interior es aflojando nuestro estado de crispación mental y emocional; sólo así, dejamos paso a nuestro conocimiento interior.
La causa por la que siempre nos encontramos crispados es porque queremos ser de una manera diferente a la que realmente somos, no viviendo la realidad de lo que hay y de lo que somos. Dependiendo de la profundidad interior que vivamos tendremos un mayor o menor grado de satisfacción personal.
Lo mismo que desde pequeños van formando nuestra personalidad a base de aditamentos de todas las clases también nos deberían de haber enseñado que nuestro verdadero potencial reside dentro de nosotros, que nuestra vida no deja de ser un proceso creativo.
Podemos pensar ahora el daño que nos han terminado por hacer frases del tipo: "Tienes que ser...", "Lo correcto es actuar o hacer ...", etc. Son frases limitantes que, en cierto modo, terminan por estrangular nuestro potencial creativo e interno ya que, a fin de cuentas, otros ya han pensado por nosotros y han creado cosas que nos pueden terminar por no gustar. Creo que este es uno de los focos de tensión a los que estamos sometidos.
Las personas siempre nos interpretamos, juzgamos, actuamos, etc. en base a una serie de modelos o patrones que algunas veces terminan por producirnos un bloqueo ya que, en cierto modo, hacen que perdamos la confianza en nosostros mismos. No deja de ser curioso que las personas que viven más intensamente son aquellas que se entregan por completo a aquello en lo que creen.
Para llegar a todo esto necesitamos una especie de espacio para estar con nosotros mismos y meditar; necesitmos cambiar la actitud dejando de tener una actitud pasiva y de dependencia del exterior. La creación debe comenzar desde dentro; con plena consciencia de que somos generadores de nuestra propia plenitud en función de lo que damos, por consiguiente, cuanto más damos más crecemos, cuanto más movanos nuestra energía más rápido se volverá a generar transmitiéndose al plano de los afectos, la empatía, etc. También al plano intelectual ya que trataremos más de cultivarnos, interesarnos por las cosas y trataremos de entender a todas las personas y sus planteamientos.
El oráculo griego de Delfos decía que lo mejor que podía pasarle a una persona era conocerse a sí misma. Pero esto cuesta trabajo cuando nos encontramos atrapados en nuestros pensamientos negativos que no hacen nada más que producirnos agitación mental y confusión.
La verdadera realidad de todo esto es la Vida y no los pensamientos que podamos llegar a tener sobre la misma, ya que si nos encontramos muy atrapados por los pensamientos negativos de la misma no tendremos margen de maniobra para hacer frente a las preocupaciones y sufrimientos.
Tenemos que vivir conforme a la idea interior que tenemos de nosostros mismos y liberarnos de los yugos irracionales que produce nuestra mente. Este es el planteamiento angular de todo desarrollo espiritual.
Todo lo que hemos hablado más arriba se sustenta mediante las palabras. Digamos que las palabras es el vehículo que nos transporta hacia los estados internos. En las palabras pueden sustentarse los sentimientos o, por el contrario, ser solamente palabras. Las ideas se construyen sobre un grupo más o menos determinado de palabras que podrán estar más o menos iluminadas para nuestro fuer interno. Aquellos conjuntos de palabras que no nos transmiten nada positivo deben de ser desechadas al igual que desechamos las basura que no nos sirve ya que si nos quedamos con ellas, terminan por contaminar nuestra mente. Ahora podemos preguntarnos lo siguiente: ¿Cuál es la razón de que estas palabras o mejor dicho ideas-basura sigan en nuestra mente?.
Un saludo para todos y que los Reyes Magos se porten bien.
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