24 noviembre 2009
EL OPTIMISMO.
Dice nuestro gran maestro de las letras D. Miguel de Unamuno que no suelen ser nuestras ideas las que nos hacen optimistas o pesimistas, sino que es nuestro talante optimista o pesimista el que hace nuestras ideas.
Nuestra persnalidad esta formada por un conjunto de rasgos psicológicos que determinan nuestro carácter y nuestra manera de ser. Esto lo hacemos patente en nuestra formade pensar y de sentir, en nuestros gustos y antipatías, defensas, aspiraciones, actitudes comportamientos, etc.
Nuestra personalidad se desarrolla gracias a que nuestro cerebro es muy plástico; es decir, que posee una enorme plasticidad para adaptarse y para transformarse (hace un par de semanas en Redes 2.0, de la 2, hablarón algo sobre la plasticidad del cerebro), es por decirlo de alguna manera donde se cuecen nuestros pensamientos, emociones y formas de sentir y de ver la vida. Nuestra capaciad de adaptación y la resistencia que ponemos a la incertidumbre e inseguridad de nuestros actos, van a determinar una parte importante del desarrollo de nuestra personalidad. Las reminiscencias de nuestro pasado e incluso nuestros recuerdos autobiográficos van a terminar diseñando nuestra autoestima y la capacidad de superación que podemos tener. Fernando Savater dijo en cierta ocasión que todos somos optimistas, no por creer que vayamos a ser felices, sino por creer que lo hemos sido.
El coraje o el valor con que nos enfrentemos a las cosas, va a determinar la invulnerabilidad que posee nuestra naturaleza humana. Los que han guardado experiencias positivas, recuerdos positivos, exitos del ayer, etc. tendrán una mayor confianza en el presente y en el futuro, ya que la valoración positiva de las cosas nos hace afrontar los problemas y las situaciones actuales con el famoso eslogan: "yo puedo con esto", o tal vez éste otro: "tengo lo que necesito para vencer".
Cuando asimilamos esto, instalamos en nuestro plástico cerebro una cosa que se llama optimismo que es el antídoto más eficiente contra la inseguridad entonces, podremos decir como decía Campoamor: "En este mundo traidor nada es verdad, ni mentira; todo es según del color del cristal con que se mira".
Beneficios que tiene esto: 1º) Refuerza nuestra capacidad de adaptación ante lo que surga y no podamos cambiar. 2º) Nos hace más fuertes ante los infortunios. 3º) Mayor impacto social en nuestro entorno. 4º) Disminución considerable de la sensación de angustia ante los acontecimientos.
El optimismo modela de una manera positiva nuestra percepción de nosotros y de lo que nos rodea, facilita el razonamiento de experiencias pasadas y hace fuerte la esperanza en el mañana.
Así que ya sabéis: ¡A intentar ser optimistas! Pero, ojo, de una manera racional; que no nos confundan cn el doctor Pangloss de la obra de Voltaire (Cándido).
Un saludo.
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