22 noviembre 2009

LA CRISIS DE LOS VALORES.


Las sociedades que están en crisis cambian de una manera profunda; ése cambio, se extiende sobre todo a las capas sociales de una manera desigual. Pero, ¿qué se puede hacer cuando los gobiernos, que son los que se supone que entienden de esto, no saben poner un rumbo a la nave que nos saque de la situación en la que nos encoentramos? Es el momento de pedir respuestas pero, ¿a quién? Evidentemente no a los políticos que son capaces de negar la realidad más evidente y lo que vemos el resto de los mortales, como aquellas famosas frases de nuestro presidente del gobierno cuando nos decía que no había crisis y todo el planeta la estaba padeciéndo. Entonces, ¿a quién tenemos que pedirle responsabilidad de todo lo que esta pasándo? Por descontado, debemos de pedírselas a nuestros Centros Sociales que son los que deben de ejercer los liderazgos de pensamiento y tratar de dar respuesta a los problemas que tienen las sociedades. Pero cabe otra pregunta: ¿es posible que esos Centros Sociales que son los que deben de investigar para aportar soluciones a los problemas sociales carezcan de soluciones o ideas? Si eso es así, entonces hemos construido una sociedad plana durante los últimos años. Una sociedad que no es capaz de dar respuesta, de vislumbrar soluciones imaginativas que nos hagan salir del fracaso al que hemos estado sometidos durante bastante tiempo.
Mirad, cuando ponemos al frente de la nave a una persona que tiene conocimientos de navegación se podrá equivocar, eso e lógico y normal, pero una vez admitido el error, tomará decisiones para tratar de enmendarlo. Por el contrario, una persona que lleva el timón de la nave, si no tiene conocimientos de navegación, muy dificilmente podrá acertar en el rumbo.
La calidad que debe de tener un lider no depende de sus talentos, de sus conocimientos; ni tan siquiera de su simpatía ¿carisma?. La calidad de una lider se debe de medir por sus valores éticos y por una moralidad y virtudes que estén fuera de toda duda. Lo que ha fallado en esta crisis que estamos padeciéndo no es el talento, el conocimiento, etc. Lo que ha fallado es la falta de valores éticos y morales, el desafortunado maridaje entre valores y conocimiento, ética y talento; y así, en todo lo que son formación en valores y preparación en el conocimiento. Si a todo ello, le unimos el relax existente en los Centros Sociales que deben de controlar eso, tenemos como resultado el espectáculo que estamos viviendo. Por ejemplo: En la universidad, en Economía, se ha enseñado ultimanente a cómo forrarse a costa de la debilidad de los sistemas osea, de cómo hacer dinero fácil sin importar la ética social.
Todo esto ha desencadenado la crisis de valores que padecemos, es verdad que hay una crisis económica pero en el fondo, se ha llegado a ella por la crisis de valores.
Dios, cuando fabricó al ser humano, no tenía en su fábrica el departamento de control de calidad y lanzó al mundo individuos que tenían defectos de fabricación. Debería de habernos puesto de serie la ética, la moralidad y la virtud; deberían de ir de serie y no como extras aparte. Cuando estos modelos base; es decir, sin extras se hacen con el control podemos pasar calor en verano ya que no tienen aire acondicionado y en caso de choque, tampoco dispondremos de airbag.
Los políticos, en su endogamia, no se han percatado de la ausencia de líderes natos. Asumen desde su poltrona la política no como una vocación sino como un trabajo remunerado en el cual en función de méritos como pueden ser peloteo, ascenso vaginal, etc. van trepando (si digo trepando), a los puestos de decisión. Son los coches base de los que hablábamos antes. A la hora de los problemas, se ahogan en la pragmática de las leyes y no dan salida a nada.
Esto te demuestra que el sistema no es más que un conjunto de intereses que estan al margen de cualquier ideología política. Esto es, una especie de red cohesionada que no deja que salgan ni que entren peces.
Toda actuación gubernamental es fruto del rendimiento electoral que pueda producir y no esta fundamentada en los principios de la ética y de la virtud. La consecuencia de ello, es la pérdida de la fe en las ideas políticas que sustentan a la derecha y a la izquierda, dichas ideas tienen su solidez en la convicción con las que se han impartido a lo largo del tiempo y de la coherencia a la hora de actuar los responsables del adoctrinamiento político de ambos bandos. Estas ideas, pierden su solidez en el momento en el que los intereses que consumen o protegen, no van encaminados con los planteamientos doctrinales sobre los que se sustentan; es decir, coherencia y convicción aderezadas con los valores.
Un saludo para todos.

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