Algunos economistas piensan que la salida de la crisis está en volver la vista y aplicar los principios económicos de John Maynard Keynes que según ellos, se han dejado de aplicar y que son como la bíblia de la economía (siempre según su punto de vista). En los últimos artículos sobre economía que he leído muchos autores hace referencia a ellos y vamos a tratar de explicarlos de una manera sencilla y asequible para ver lo que os parece y podáis emitir vuestros propios juicios.
En primer lugar Keynes sostenía que había una importante relación entre la renta nacional y los niveles de empleo ya que determinan los gastos de consumo e inversión, sostenía que el gasto público era una suma al gasto total y que cuando se imponía se materializaba en una deducción de la corriente de renta que es lo mismo que decir una disminución en el gasto de consumo e inversión. La situación de pleno empleo sería una situación especial según él y lo normal sería el equilibrio con desempleo, ya que cuando el gasto de consumo e inversión son insuficientes para mantener el pleno empleo el Estado debe incrementar la corriente de renta por medio de gastos financiados por déficit presupuestarios. Esto es, el estado debe de ser la fuente de gasto a la que acudir en último recurso. Me parece queridos amigos que a día de hoy no es así sino todo lo contario; por tanto, primer principio de Keynes no cumplido ya que el estado es la primera fuente de gasto a día de hoy.
En segundo lugar nos habla de los determinantes que constituyen la renta y el empleo o lo que es lo mismo, del gasto de consumo y de inversión. Keynes suponía que el cosumo está determinado por el volumen de renta; es decir, para cada nivel de renta el gasto en consumo es una proporción dada de la renta, y esa proporción desciende cuando la renta se eleva. El nivel de consumo varía con la renta mientras que ésta no varía, a su vez, porque cambia la inversión o el gasto público haciéndolo de una forma multiplicativa. Vamos a explicar esto que parece un poco enrevesado: Si la inversión aumentara en dos millones de euros, la renta se incrementaría en un multiplo de ésa cantidad. Los gastos en inversión vienen determinados por los tipos de interés y la tasa de rendimiento esperado sobre el coste de nuevas inversiones. Pero es que la tasa de rendimiento viene determinada por las expectativas ante los beneficios que se van a producir en un futuro y del precio que tenga la oferta de los activos de capital (dicho en roman paladino depende de la oferta que me hagan por el dinero que quiero y de si los beneficios cubriran el la oferta y después me quedará algo cuando haga cuentas). Según Keynes el tipo de interés es como una recompensa al sacrifico de la liquidez es decir a tener dinero y sacrificarlo y por eso, dependerá de la preferencia por la liquidez y de la cantidad de dinero que se pueda ofrecer. Resumiendo todo lo dicho anteriormente, podemos tener muy claro que la influencia sobre la renta y el empleo dependerá de la propensión a consumir, del deseo de activos líquidos (dinero disponible), y de la tasa de beneficio esperado en las nuevas inversiones (lo que voy a ganar en la operación).
Por último, el mercado libre sostiene que está anticuado y el estado debe de intervenir activamente con políticas encaminadas al fomento del pleno empleo (menuda utopía a día de hoy con la situación social que tenemos), forzando el tipo de interés a la baja para conseguir entre otras cosas estimular la inversión y la redistribución de la renta para aumentar los gastos de consumo.
Yo modestamente pienso que todo esto estaba muy bien cuando se planteó por los años treinta pero que ahora, la economía tiene otros mecanismos de funcionamiento y aunque la mayor parte de lo planteado más arriba puede dar resultados, habría que convinarlo con nuevas teorías más acorde con los tiempos actuales. Un saludo para todos.
Os dejo un vídeo para que veáis que hay gente más importante que yo que piensa lo mismo.
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