21 agosto 2010
TERRORISMO DE EMPRESA.
Hace algún tiempo que algunos empresarios se han convertido en terroristas; como los terroristas viven del miedo ajeno para sacar adelante sus planes e intereses.
Muchos curritos de hoy en día se sienten amenazados por su jefe, del miedo que produce tener que hacer frente a la hipoteca del banco que dicho sea de paso, le han hecho un gran trabajo a estos jefes ya que han procurado atar a los empleados mediante unos créditos hipotecarios de dudosa legalidad en algunos casos. Por lo tanto, el jefe solamente tiene que amenazar con el despido para que las ovejas descarriadas ante el terror de no poder asumir los pagos de la hipoteca vuelvan al redil de una manera rápida y sin balar ni nada.
En el tema de la negociación de la subida salarial con la Iglesia hemos topado. Es más si quieren contratar a alguna persona creo que ya le piden el recibo de la hipoteca y le ofrecen la misma cantidad del recibo por salario. De esta manera el trabajador siempre va a tener muy clarito de quién depende el pago de la hipoteca al banco. Pero resulta que el empleado normalmente pregunta cuando le pasa esto qué cómo va a comer; y es aquí dónde el jefe le suele dar unos vales-restaurante por valor de unos 6€; que como pasan de 9€, los chicos de Hacienda no tienen ni porque enterarse. Así el trabajador comerá lo justo para sacar la producción adelante que a fin de cuentas, es lo importante para el empresario.
En el tema de que los trabajadores se pongan pesados con eso de las mejoras, el empresario puede fusilar mediante 3 ó 4 cartas de despido a algunos de ellos y el fuego será extinguido de una manera inmediata sin necesidad de recurrir a los bomberos que a fin de cuentas estan para apagar otro tipo de fuego y no precisamente el laboral.
Si además resulta que la empresa gasta sindicalistas, el miedo es el mejor aliado del jefe ya que con tanto convenio, normas, estatutos, etc. la empresa no puede salir adelante y por tanto, habrá que despedir a algunos trabajadores y probablemente, tendrá que cerrar más adelante debido a la inviabilidad del proyecto empresarial. Entonces, los trabajadores terminan sacando en procesión al patrón y apedreando a los representantes sindicales.
En fin, curioso esto de los tiempos que corren en materia laboral donde empresarios y asalariados van a terminar por navegar en el mismo barco. ¡Madre mia!, sin d. Carlos Marx levantara la cabeza y presenciara en lo que se ha convertido esto de la rebelión de las clases proletarias, menudo disgusto se llevaría el hombre. Un saludo para todos.
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