10 septiembre 2010
DE LA TOLERANCIA HACIA LOS OTROS.
Después de todo el revuelo que se está montando en Francia con el tema de la inmigración, muchos colectivos apelan a la palabra TOLERANCIA para hacer causa común de todas las leyes de expulsión que el gobierno galo esta aplicando al colectivo de inmigrantes en situación irregular. No estaría de más por tanto, alcarar algunas cosas que conlleva la palabra TOLERANCIA para que no perdamos el norte ni la referencia de algunas cosas.
En primer lugar, la Tolerancia no es posible en cualquier sociedad si no se dan unas condiciones anexas y sin unas virtudes compañeras. Cuando nos dejamos guiar solamente por el vocablo sin profundizar en las condiciones y virtudes a las que no hemos referido no deja de ser más que un mero ser permisivo y pasivo con todo lo que acontece alrededor y con lo que podemos estar o no de acuerdo. De esta forma, la tolerancia no pasa de ser un mero pasotismo obligado y real, un despotismo que podemos enmarcar dentro de una falsedad y de una utopía bien vista socialmente.
Es curioso que no somos capaces de tolerar algunas deciones de políticos, inquilinos de comunidad, reuniones vecinales o deportivas, etc. pero si toleramos cosas que por el mero hecho de estar de moda pensamos que no podemos ir contra corriente.
La toleracia debe de ser entendida con todos los condicionantes, propiedades y virtudes. Debemos de profundizar mucho más allá del simple significado semántico. Cuando hablamos de tolerancia también estamos hablando de principios, de responsabilidades, de valores, etc. Cada uno tenemos los nuestros con sus correspondientes criterios y argumentos sobre tolerar o no una cosa.
Tenemos que empezar por saber dónde nos encontramos tratando de reconocer cuáles son nuestros valores y nuestros principios; es decir, que es lo que hace que yo me sienta realizado como ser humano dentro de la sociedad. En el momento que somos capaces de detectar nuestros valores y principios estaremos en condiciones de manisfestar nuestra tolerancia o nuestra intolerancia pero defendida de una manera generosa y bien argumentada a la que no dejaremos de ser fieles.
No todo es tolerable ni tan sencillo como nos tratan de hacer creer en muchas campañas instigadas desde algunos oscuros o espúreos intereses. Frente a esto hay que sacar nuestro sentido de la responsabilidad, cohesión y coherencia frente muchos sectores sociales que se encuentran disgregados y transigentes.
Desde la respnsabilidad se dan las claves para que la tolerancia sea plenamente entendida ya que todos los actos humanos llevan aparejadas una serie de consecuencias. El "todo vale", nos terminará por llevar al completo vacío ideológico, de los principios, de los valores y de lo que es más importante: de la libertad.
La tolerancia tiene que llevar implícita otra palabra que es la responsabilidad. La responsabilidad nos tiene que llevar a defender los valores más arriba mencionados de una forma coherente, humana y lo que es más importante: LIBRE.
Un saludo para todos.
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