25 septiembre 2010

REQUIEM POR UNA AMISTAD NO CORRESPONDIDA.

Días atrás, me dijo una anterior amistad que reflexionara sobre las cosas que he hecho para distanciarme de ella y enfriarse como los fiordos noruegos. Pues bien, he refllexionado. Las conclusiones que he sacado de dicha reflexión son las siguientes:
  • No se puede estar esperando indefinidamente a las puertas de un corazón después de decir hasta la saciedad lo siento puesto que es muy probable que dentro de ése corazón no haya nadíe, que sea un corazón vacío y esperes a un inquilino que ya se fue o mejor aún que quizás nunca estuvo habitando en él.
  • La tranquilidad que te queda cuando has dado hasta lo que no tenías para que esa persona se sienta feliz y no ha sido capaz de entender todos los sacrificios que has hecho por ella debido a que su egoismo y sus inseguridades no se lo han permitido.
  • Cuando te has entregado a la amistad con ella sin esperar nada a cambio, de una manera desinteresada y altruista y, sin embargo, has sido despreciado y herido en lo más profundo de tu ser por esa persona.
  • Cuando la has instruido en el camino de la vida, ayudándole en todas las necesidades de alma y de cuerpo que ha tenido y, aún así, no ha sabido valorar todos los esfuerzos y los trabajos que has hecho para que se sienta mejor.
  • Cuando has intercedido ante todas las personas que ha hecho falta para que viera cumplidos sus sueños usando de tu amistad y comprometiéndola con esas personas para la que la consecución de los sueños que esa persona tenía se hicieran realidad.
  • Cuando has viajadado con ella para enmendar los errores que ha cometido y procurar que las cosas en las que se ha equivocado se quedaran como estaban...
Podría seguir así y la lista sería interminable puesto que muchos años dan para muchas cosas pero no lo voy  a hacer; no lo voy a hacer porque, reflexionando, me he dado cuenta de que esa persona no se merece mi amistad. Reflexionando me he dado cuenta de que los pocos errores que uno pueda cometer, después de los muchos aciertos que has tenido con ella, son más importantes todo lo bueno que has hecho por ella.
Y, después de la reflexiónes vienen las conclusiones. Pues bien, concluyo que no quiero estar cerca de personas donde palabras como perdón, misericordia, caridad, etc. no se encuentran en su vocabulario o no saben que existen. Concluyo que no quiero estar cerca de personas que no se miran más que su ombligo sin importarle el ombligo de los demás. Concluyo que no quiero estar cerca de personas que interpretan las tragedias griegas a las mil maravillas y que recoren los caminos de la infelicidad para aparecer siempre en el mismo sitio. Concluyo que no quiero estar cerca de personas que no tienen nada que aportarme y sí mucho que sacarme a nivel emocional. Y, concluyo que quiero concluir la amistad (valga la redundancia), hasta que esta amistad madure y sea una persona de criterio que sepa estar a la altura de las circunstancias.
Y, para terminar, pondremos el Requiem de Mozart porque la ocasión así lo determina. Un saludo amistad no correspondida y espero que la vida te depare lo mejor y las mayores alegrías. Por cierto, me marcho de la puerta de tu corazón. Cuando salgas, no tendrás que aguntar más a aquél pobre mendigo que tanto te estorbaba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy completamente de acuerdo.
He pasado por lo mismo y me costó aceptar que el único que ponía amistad sobre la mesa era yo; mi supuesto amigo, sólo vivía para sí mismo a base de grandes dosis de egoísmo.
Ya hace tiempo que me alejé de ese supuesto amigo.
Y no lo olvides: un amigo no es lo que tú le quieres, sino lo que él te quiere a tí.
Un saludo

Unknown dijo...

pienso lo mismo porque llega un punto que ya te cansas de dar siendo que la otra persona es indiferente a tu necesidad, yo pensaba que era su mejro amigo y especial,me dijo que era comun igual que todos y que no era importante mi persona pa el, sin embargo lo considere hno y amigo y puej si lo considere mi mejor amigo. es lamentable pero no fue reciproco.