Ayuntamiento de La Carolina. |
Debido a la crisis, los ayuntamientos han tenido que aumentar la provisión de fondos a partidas destinadas a dar una cobertura social lo cual, ha tensinado al alza los gastos, fundamentalmente en partidas destinadas a programas de bienestar y de protección social y de otra, la merma alarmante en la captación de recursos debido al drástico desplome del mercado inmobiliario ha sido la principal banderilla negra (utilizando el simil taurino), que los ha puesto contra las cuerdas de una manera definitiva.
Los mal llamados tributos de base cíclica como el impuesto de construcciones, instalaciones y obras, el impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos (cómo recuerdo la "guerra" de la alcaldesa con los agricultores carolinenses), las licencias urbanisticas, etc. que erróneamente estaban considerados como ingresos ordinarios dedicados a financiar el gasto corriente a igual que los ingresos por aprovechamiento urbanistico y enajenación del patrimonio que en nuestro pueblo no se produce; aunque próximamente se producirá con la entrada en funcionamiento del aparcamiento y la zona azul. Estos ingresos han contribuido a paliar las carencias que han tenido otras fuentes de financiación.
Por parte del gobierno central las transferencias han venido cayendo debido a la caída en la recaudación de los principales tributos como IRPF,IVA, impuestos especiales, etc. debido a la severa crisis que estamos padeciendo y a la poca efectividad de las reformas aplicadas para salir de la misma.
Ante esto, los ayuntamientos tiran de la chaqueta al gobierno diciendo quieren más fondos con los que hacer frente a la situación que tienen y para poder seguir dando los servicios esenciales a la población. El gobierno ante esto responde con fondos paliativos que amortigüen los efectos de la crisis, la restricción de acceso al crédito según se den unas condiciones u otras y apelar una y otra vez a la austeridad en las cuentas públicas suprimiendo cada partida de gasto imnecesaria y controlando con rigor aquellas que se tengan que ejecutar para el cumplimiento de los servicios básicos de la población.
El problema de esto es que nuestros ayuntamientos no tienen ni un euro en la cuenta para financiar dichos servicios y de ahí que el gobierno les haya relajado bastante las condiciones para seguir endeudándose, pero ojo el criterio para permitir dicho endeudamiento no es la deuda llamada del cajón (la que tienen con proveedores principalmente), es decir para pagar a las empresas a las que se les debe sino a la deuda financiera (es la que tienen contraída principalmente con entidades crediticias y bancos), por tanto, permiten pedir para pagar a los bancos pero no para pagar a los proveedores de materias y servicios.
Y yo me pregunto: ¿permiten el endeudamiento para pagar al banco y no a la empresa que seguramente tendrá que cerrar al no poder hacer frente a las obligaciones contraidas como tal empresa?, ¿qué fue de aquella dotación de capital que pagamos entre todos los españoles y que inyectamos en el sistema crediticio para se supone dar crédito a las empresas entre ellas las que trabajan a los ayuntamientos?, ¿dónde esta el dinero si se supone que ese dinero se entrego para prestar a las empresas y no se presta con la fluidez suficiente; por no decir que se presta a cuenta-gotas?, ¿quién decide que es más importante pagar al banco que a las empresas proveedoras de servicios y mercaderias a los ayuntamientos?.
En fin, creo que para que el banquero coma pan tiene que haber una empresa que se dedique a fabricarlo y con la marcha que llevamos no va a quedar ni una panificadora que le haga el pan al banquero. Por lo tanto, todos condenados al hambre incluso los que tienen el dinero.
Un saludo para todos.
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